domingo, 18 de marzo de 2007

Me obligaron a reseñar esto...

El autor Luis Castañeda nos presenta su obra “Un plan de vida para jóvenes”, donde, efectivamente, intenta de cierta forma moldearnos un camino a seguir, para lograr lo que nos es posible de acuerdo a nuestras aptitudes.



¿Qué harás con el resto de tu vida? Suena bastante reflexivo ¿cierto? , en realidad lo es, y aunque parezca que el autor nos brinde sus mejores acordes para lograr una linda tonada, seamos realistas ¿Bastara el contenido y pasos de esta lectura desarrollar en mentes “jóvenes” un plan de vida satisfactorio?

Hay que reconocer que los libros de superación son aburridos, algunos más que otros, y demás que logran ser amenos comparados con gran mayoría. Este libro se encuentra en el primer grupo por su falta de originalidad y su escasa convocatoria a leerlo, es soso, y haciendo memoria, nos recordaría a libros del sello Atalaya; que se encargan de llevar de la mano a jóvenes que en ves de ayudarlos, generan peores problemas como la aceptación y desarrollo.

¿Reflexión? No, debraye existencial seria el término adecuado. ¿Por qué? Seamos honestos, ni la escuela más grande que es la vida, en ocasiones logra formarnos en plenitud como seres humanos provechosos, tal como nos plantea el libro. Sin embargo es un buen intento, un intento que logro desplazar unidades y tuvo ventas respetables; y que además, no solo nos planteo la vida rosa, también nos mostro la cara de la moneda que nadie desea ver.

Un plan de vida para jóvenes nos explica, en varias paginas, trivialidades que abordan los siguientes temas:

Tu potencial
Tú autoestima
El conocimiento de ti mismo
Tus valores
Tu visión
Tu misión
Tus metas
Tu aspecto espiritual
Tu aspecto intelectual
Tu aspecto Familiar
Tu aspecto recreativo
El aspecto social
El aspecto corporal
El aspecto Ocupacional
El aspecto económico
Las mestas prioritarias
El precio del éxito

De los temas en general, leídos con tono entusiasta e imaginándonos a un sujeto haciendo un monologo, llegarían a ser agradables, e incluso nos robarían una sonrisa. De verdad, suena tan tierno, que hasta dan ganas de llorar.

Seamos francos, todos conocemos los conceptos antes mencionados. Es por eso que me atrevo a expresar, en breves palabras lo fabulosa que es la obra.

“Tu, joven emprendedor, eres todo lo que quieras lograr, eres capaz, tienes el potencial de lograr todos tus sueños, porque, conociéndote a ti mismo, y aplicando los valores que aprendiste de tu familia, la visión que te caracteriza, tu espíritu, y tus ganas de triunfar; podrás lograr todas tus metas y objetivos”.

“Recuerda que, no siempre es bueno tener excesos, trata de llevar una vida social sana, cuídate a ti mismo, se cariñoso, se buen hijo, diviértete conscientemente y nunca desatiendas tus metas prioritarias; como terminar una carrera y tener una familia, recuerda que el dinero no lo es todo querido amiguito”.

Lo único rescatable seria esa parte cruel que menciona “el precio del éxito”, en la cual el autor nos explica y enseña los múltiples peligros que se pueden correr una ves el éxito alcanzado.

Pero incluso en eso, el autor queda corto. Podríamos hablar de envidias, podríamos hablar de competencia, podríamos hablar de obstáculos, podríamos hablar de un sinfín de elementos que en repetidas ocasiones nos hacen recordar que la vida no es solo dulces y piñatas, que no siempre tendremos la felicidad en plenitud, y que la vida es y será la que nos fórmenos desde pequeños, desde casa, y que al paso de los años iremos mejorando, hasta crearnos de un concepto propio del porque estamos en el mundo.

¿Acaso alguien ha logrado el éxito después de leer la obra de Castañeda? Quizás, pero lo que me gustaría ver es si en algún agradecimiento de vida, aparecería mención a su libro; entiéndase por esto, toparnos en alguna tesis algo similar a lo siguiente: “gracias a Luis Castañeda, sin el, y su libro Un plan de Vida para Jóvenes, y sus entretenidos Ejercicios, jamás hubiera sido alguien”.

No, no, no. Lo repruebo rotundamente, dejen la reflexión para después, total, es mas fácil indicar que hay que hacer y que evitar (fin del sarcasmo en este párrafo).

jueves, 1 de marzo de 2007

¿Para qué?

El nuevo clán de Sergio Andrade...
En gestación...