viernes, 12 de octubre de 2007

¡Smoke smoke smoke that cigarette!

El universal, fuente de sabiduría, nos deleita con esta agridulce noticia.

Para quienes fuman en exceso resulta genial que finalmente se respete su “vicio” de poder encender cigarrillos de marcas ostentosas en la comodidad que una habitación que lleve por techo un montón de extractores de aire, no lo dudo.

Sin embargo la medida, afecta a quienes son propietarios de estos edificios públicos. ¿Por qué? No me diga que resulta bien barato poder plagar de estos artefactos toda una habitación para que sus preciados clientes, inquilinos, y prestadores de servicios, puedan con toda satisfacción invadir sus pulmones con alquitrán y nicotina carburados. No, no es barato, esto implica una gran inversión, sin embargo, tal como Ud. Seguramente lo pensó, también hay solución a este detalle.

NO FUMAR EN NINGUNO DE ESTOS EDIFICIOS (restaurantes, escuelas, oficinas y centros de espectáculos) .Aunque suene drástica la medida, mire el lado positivo, las instalaciones ya no lucirán como corrales en los que se separa al ganado enfermo del ganado sano, lo que de una u otra forma mejorara el ambiente social de los que ahí permanezcan.

Debería poder ver su rostro de preocupación, en verdad, mírese inmediatamente en un espejo, y notara que su expresión no es precisamente la de un hombre feliz. Para Ud. Señor fumador, le tengo una buena noticia. Y es que, como resulta generalmente con el sistema jurídico de nuestro país, nadie podrá procesarlo penalmente sin un “acusador” (señora embarazada ofendida, niña o señora de elite, o personaje de la tercera edad) que lo delate con alguna autoridad competente (policía, etc.) Sin embargo, si es usted propietario de algún edificio publico: “o separa al ganado enfermo del sano, o simplemente no permita que nadie fume”, de lo contrario, una bien merecida multa se puede ganar (o mordida, si le va bien).

Lo que en verdad me parece absurdo es la penalización a fumar en transportes públicos de uso personal, ojo, no colectivo. Con esto me refiero a los taxis, que si bien son un medio de transporte publico, es el que mayor privacidad permite a los usuarios, por ende, multar o prohibir el consumo de tabaco en estas unidades, se me hace en extremo caprichoso, cuando por este tipo de servicios, se paga la comodidad y la libertad de poder hacer casi lo que se nos de en gana, si no me cree, solo observe a los centenares de parejas y su comportamiento dentro de estas unidades, antes o después de salir de un motel.

En definitiva es una gran medida, pero ya, cambie esa cara, esta nueva ley se comenzara aplicar dentro de los próximos 60 días, y solo será hábil en la ciudad de la esperanza, y no a nivel federal. Aunque, dependiendo de sus resultados, es muy probable que se tome una iniciativa para implementarla en diferentes entidades federativas. De miedo, ¿no?