martes, 27 de febrero de 2007

Mi PC Piensa

¿Qué ganaríamos los usuarios promedio de una computadora con capacidades mas allá del bastante complejo de”cortar pegar” que ya mucho trabajo nos cuesta en ocasiones, e integrar un sistema que podría hacernos quedar como sapientes poco íntegros y faltos de memoria? Para la gran mayoría, siendo honestos seria innecesario, y hasta cierto grado caprichoso.

Sin embargo, para Henri Lieberman la cosa no es tan patética como parece. Según el científico mencionado anteriormente, el software inteligente que desarrolla en la actualidad tiene un sinfín de usos terapéutico-educacionales; lo anterior con ayuda de el “sentido común”, que hasta donde yo se, es lo poquito que aun nos logra diferenciar de las ya variadas especies sobre la fas de la tierra.

Lo mas gracioso de todo esto es la incursión del sentido común dentro del proyecto educacional. Barbaries como esta se dan a conocer como soluciones súper integras:

1. Al utilizar el software, un docente podría saber, antes de iniciar su curso, aquello que supuestamente no saben sus alumnos pero que podrían requerir.

2. Se trata de enseñar a los robots lo que todos ya sabemos y como lo hacemos, para que ellos procedan igual o “casi” igual.

Los dos puntos anteriores los definiría como lo más sobresaliente dentro de lo que quiso hacernos entender, eran sus razones por las que una computadora debe comprender el razonamiento humano. ¿Bastante útiles verdad? Sobre todo esa que abarca lo compleja que es la docencia, ya que dichas capacidades podrían crear una atmosfera conformista por el saber y desecharía aquello que se le conoce como “criterio” adaptando seres humanos a un ritmo que según el “software” es el correcto.

No es que quiera acabar con las ilusiones o hacer pedacitos el trabajo que ha desempeñado este investigador del MIT (Massachusetts Institute of Technology), pero incluso actualmente no conozco de la existencia de un buen software que reconozca la voz del usuario y la transforme en texto de forma correcta y mucho menos un motor de búsqueda que de los resultados que se desean aun incluyendo que no se quieren esos resultados, si no me cree, vaya a su PC con red mas cercano, ingrese a http://www.google.com.mx/, y a continuación en la barra de búsqueda teclee: no quiero resultados de baseball en la búsqueda; notara que no me equivoco.

domingo, 25 de febrero de 2007

Tec-onomia

Seguramente ya lo sabes, los años noventas ya son historia; historia que, dejo una huella bien marcadita en las estadísticas; estadísticas que, hasta nuestros días finalmente tienen un uso digno.

No se sorprenda, no, acá no se mencionara nada sobre Carlos Salinas de Gortari ni Luis Donaldo Colosio, en lo absoluto. El tema a tratar es la Convergencia tecnológica, su ya famosas ventajas de papel y los cientos pronósticos que auguran con que no será del todo buena por sus problemas de implementación. Lo cierto es, que a estas alturas del partido, detenerla seria imposible.

En nuestro país, hablar sobre los excelentes resultados obtenidos en cada arriesgado paso a las nuevas tecnologías en telecomunicaciones seria completamente falso, y eso es fácil de comprobar haciendo comparaciones muy remotas de lo que ocurrió en el ya añejo siglo XIX. Haga memoria, analice, de hacerlo bien notara que los resultados no siempre han sido los esperados y esto en parte se debe que los nuevos avances llegan casi 50 años después de su creación, solo recordemos nuestro gran símbolo revolucionario… el ferrocarril, cuya implementación junto al telégrafo no genero los resultados esperados tanto a desarrollo económico se refiere.

Y es sobre “economía” a lo que nos vamos enfocar en estos párrafos; verán, telecomunicaciones y económica son cosas que van de la mano, curiosamente el crecimiento de una no siempre es a la par de la otra, de hecho, nunca lo ha sido. Curiosamente el crecimiento de las Tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) es de 2 a 6 veces mayor que el crecimiento de la economía en el país, tal y como ocurrió en 2006 con 15% y 5% de crecimiento respectivamente.

¿Problemas en la tiroides? No, su crecimiento excesivo se debe a que los servicios de comunicación cada día son más solicitados, eso no es nuevo. Y es aquí donde debemos recordar los gloriosos años 90’s. Mientras los zapatistas se levantaban en armas, gran mayoría de la población en México rompía el cochinito de los ahorros para pagar la famosa y actualmente necesaria línea telefónica, en algunos casos dos de estas en cada hogar, mientras que en otros una segunda línea era exclusiva para la televisión de paga. ¿Y ahora? Pues las cosas son inversamente proporcionales; ahora todos pagan una línea de teléfonos (94%) y otros servicios, que van desde la telefonía celular, internet, televisión y/o servicios satelitales. Dejando un gasto actual por servicios que oscila entre los 3 845 pesos, comparados con los 109 pesos que se destinaban a dichos servicios a principios de los 90´s.

Para obtener mejor partida de la convergencia, países de condiciones similares y aventajadas optaron por una buena regulación y legislación, teniendo como resultados avances satisfactorios y realistas a los escenarios que se vivían en cada uno de ellos. México, obviamente, si busca tener éxito dentro de este ámbito, deberá sin duda, proponer un marco legal que permita un avance dentro del terreno de la competitividad. ¿Será esto posible?

domingo, 18 de febrero de 2007

Sweet

¿Convergencia tecnológica? Así es, la última moda en México, el sistema más viejo en EUA y Europa. ¿Qué tiene de nuevo? Ya sabes, un cuerpo no puede ocupar el mismo espacio que otro, sin embargo, en la actualidad, un mismo objeto puede desarrollar varias funciones. ¿Cómo? Aprovechando la infraestructura y la tecnología, es decir; sacar el jugo, las semillas y el gabazo, simplemente así.

Para ampliarnos un poco más el panorama, la Revista Mexicana de Comunicación se encargo de entrevistar a tres personajes que, a mi particular punto de vista, sabían bien que es lo que acontece con el tema de convergencia tecnológica, y que a reflexión dejaron poco. Den la bienvenida a:

Clara Luz Álvarez – Otrora comisionada de Cofetel
Francisco Vidal – columnista de Excélsior
Gabriel Sosa – columnista del Universal

Basta de introducción y bienvenidas, llego la hora de hablar de lo que nos gusta, y que mejor que presentándoles a nuestros tres preciados objetos de análisis y sus cabecillas:

Telmex: Carlos Slim, ¿debo decir más?

Televisa: Emilio Azcárraga, probablemente el dueño absoluto en medios televisivos.

TV Azteca: Ricardo Salinas; bancos, tiendas de embargos y compañías celulares.

A todos ellos los une un interés en común: “el poder”, y si, también tu dinero. Es por eso que en conjunto con nuestro honorable senado se llevo a cabo la “aprobación” de la ya famosa “ley Televisa”, que no es cosa mas que un conjunto de armas mejoradas para el crecimiento de estas empresas y el aumento de ladrillos a la barrera de medios emergentes.

En el papel la convergencia suena hermosa, sobre todo para aquellos amantes del entretenimiento digital. Tan solo imagina que, pagas 500 pesos mensuales, gozas de televisión en alta definición, navegas en internet y a su ves hablas por teléfono; si, lo se, suena imposible hacer todo a la ves, pero para las empresas de telecomunicaciones ese es solo uno de los tantos beneficios que esta convergencia puede traer al país. Primer problema, pretenden que eso funcione en “nuestro país”, dile adiós a tus ilusiones.

Si bien la convergencia abre un mundo de posibilidades comunicativas, cierra o asfixia a otras. Podría dar varios ejemplos, pero dejemos uno bastante claro, demasiado a mi punto de vista, es mas, creo que a partir de este momento te sentirás importante porque “tu” eres uno de los menos beneficiados con esta nueva convergencia.

Probablemente la empresa con mas ventaja sea Telmex, y eso es fácil, cuenta con una infraestructura instalada en casi un 94% del país, ya es líder en telecomunicación, y recientemente incorporo comunicación visual. El ancho de banda de este monstruo también (como en cualquier otro sistema de telecomunicación) tiene la capacidad de poder ofrecer varios servicios sobre una misma línea de transferencia; esto se traduce en una fácil incorporación de los servicios que podría ofrecer.

¿No quiero a mi país? Claro que si, pero seamos realistas, los tres verdugos que mencione anteriormente impiden el crecimiento e instalación de nuevas empresas afines, lo que lleva a la creación de “monstruo polios”, que sin tener esta competencia terminan beneficiándose de nuestro dinero al cobrarnos de forma excesiva por esos servicios que se han empezado a convertir en primera necesidad en nuestras vidas, sin tener a nadie que les ponga un alto.